DIFICULTADES EN EL APRENDIZAJE
En UNEA abordamos este área desde la convicción de que las dificultades en el aprendizaje son síntomas que reflejan posibles disfunciones en una o varias áreas (a nivel estructural, funcional, organizativo, emocional…). Por ello, nuestra mayor herramienta es hacer un estudio exhaustivo del caso, desde diferentes servicios y entre varios profesionales.
Desde el nacimiento, el tener la máxima oportunidad de interacción con el entorno permite una integración sensorial y un desarrollo motor adecuado, de manera que nuestro Sistema Nervioso (SN) integre toda esta información de entrada (tacto, gusto, olfato, audición, sistema vestibular y propioceptivo) y organice la respuesta motora o de salida: movilidad, función manual y lenguaje.
Para que todos estos sistemas de información puedan ir madurando correctamente, la estructura que los contiene, debe de estar libre. De allí la importancia de realizar una evaluación osteopática.

Así, tenemos circuitos cerebrales organizados entre la entrada y salida de la información: la calidad del lenguaje depende de la calidad auditiva, la movilidad depende de la calidad del procesamiento propioceptivo y vestibular y de la orientación viso-espacial… y son la base de la inteligencia: entender lo que veo, entender lo que oigo, entender lo que siento.
Además, hay que poner atención al desarrollo psicosocial, puesto que el conocimiento y el uso de las emociones, un estilo de apego seguro, la comprensión, el cariño y el afecto, la estimulación etc., influyen y retroalimentan transversalmente todo el proceso de desarrollo.
En general, cuando hay dificultades en el aprendizaje, es porque se observan problemas en la calidad de ejecución de las vías de salida, como puede ser la escritura o el lenguaje, pero muchas veces esto nos está hablando de problemas en la entrada o en el procesamiento.
- Una disfunción craneal puede derivar en un mal funcionamiento de la lengua y acabar derivando en una mala deglución.
- Dificultades en el lenguaje pueden tener origen en una escucha distorsionada.
- Una dificultad en la lectura puede ser originado por unos malos movimientos oculares.
- Una posición mantenida a nivel intrauterino puede derivar en una escoliosis o en problemas de lateralidad.
- Una dificultad de adaptación social puede deberse a las dinámicas familiares y estilos de apego.
Sólo así, desde la interdisciplinariedad, podremos entender dónde está el problema y aplicar las técnicas y terapias necesarias, en una intervención organizada, para poder tratar a nuestros pacientes de forma correcta.
En definitiva, desde UNEA intentamos trabajar en la raíz de las dificultades, para que los niños y las niñas y los adolescentes puedan adquirir las capacidades necesarias para hacer frente a los retos de la vida.
Para alcanzar los objetivos anteriormente citados, desde este área trabajaremos entre otras cuestiones: